Consejos para escritores
Dudas existenciales en medio de la modernidad
Sigue creando, sigue observando, sigue nutriéndote: Es así como vas a ir ganando herramientas y como vas a perseguir tus objetivos.
El primer día del año 2014 llegó con un mensaje directo vía Twitter, y al mejor estilo de Tommy Torres con su “Querido Paco…” me gustaría darle a David unas cuantas palabras para que las tenga en cuenta durante este largo camino que le espera.
Antes de empezar quiero dejar en claro que este es un mensaje abierto no solo para David, sino para todos y todas que estén inmersos en el maravilloso mundo de las letras y que comparten esta pasión por lograr hacer del arte un estilo de vida.
Pues bien, lo primero que puedo decir respecto al mensaje que recibí es que existe un primer error en el cual caemos todos los que escribimos desde una corta edad.
He podido revisar que David tendrá unos trece o catorce años y es normal sentirse completamente desbordado por los mundos ocultos que ofrece la poesía. Llamarse poeta peruano es un término ambicioso que todos lo hemos utilizado alguna vez (me incluyo), como medio de reafirmación o de dejar en claro nuestro oficio. Sin embargo debo decir que en el camino descubrí que ser un poeta es inaccesible por cuenta propia. Nosotros, los que escribimos, debemos reconocer que el título de poeta nos lo coloca la gente que nos sigue e incluso podemos llegar a ganarlo luego de nuestra muerte (con demasiada suerte).
También me atrevería a decir que no nos convertimos en “poetas” cuando nuestro círculo cercano nos califica así. Ser llamados de tal manera es una conquista dura, difícil, casi inaccesible a la cual llegan unos pocos luego de muchos ensayos y errores. Por ende creo que si nosotros (los que escribimos) nos damos calificativos o si la gente nos califica y adoptamos esos títulos, estamos cayendo en la provocación de la fama.
En segundo lugar, creo que no hay una fórmula establecida para el éxito y fama de un poema. Hay una serie de factores que permiten que un poema se haga famoso: La construcción, la forma de hilar las ideas y palabras, el no caer en el dulce estresante de lo meloso, el ser simple y directo, etc. Pero nadie puede decir a ciencia cierta qué es lo que hace que empiecen a recitar tus poemas en todos lados. Algunos escritores han preferido convertirse en cantantes o en compositores, otros en periodistas o guionistas. No todos se centran en escribir y publicar libros por que la triste realidad es que cada vez se leen menos libros de poesía y Paulo Coelho nos quita el lugar.
En tercer y último lugar creo que no deberíamos, como escritores, esperar que nuestro trabajo frente a los versos dé más fruto que el de la transmisión de sensaciones.
Para mí, escribir un verso va más allá del dinero o del vómito verbal de querer expresar amor, odio o alegrías. Tampoco es una catarsis, aunque en algún momento lo fue y así nos iniciamos todos. Escribir un verso es saber componer de tal forma las palabras, el ritmo, las metáforas, los adjetivos, que permitan que el lector pueda llevarse una fotografía de lo leído e interiorizarla.
Esperar dinero por escribir versos no es algo habitual en un poeta. Creo que ningún poeta actual-contemporáneo se ha hecho millonario o ha logrado vivir de los versos. Es más, creo que en la actualidad debemos adaptarnos y no dejarnos caer por la tendencia de lo light y del dinero, por la tendencia a la exageración y por la fama.
Nuestro trabajo es uno de los más bonitos que existen y debemos mantenerlo limpio de toda ambición que esté más allá de causar un daño cerebral y emocional severo a quien nos lee para que no se olvide que, más allá del autor, hay unas palabras que se identifican con ellos. El resto puede que algún día llegue por añadidura, fruto de nuestro esfuerzo y nuestras ganas de mejorar y madurar con el tiempo.
En fin, estimado David, Espero que esto que te he comentado te sirva de base y de ayuda para que puedas encaminarte lo mejor posible en este largo camino que te espera. Te recomiendo que no desistas de seguir escribiendo. Sigue creando, sigue observando, sigue nutriéndote: Es así como vas a ir ganando herramientas y como vas a perseguir tus objetivos.
Te deseo mucha suerte, colega.